El coaching es una herramienta utilizada con el fin de conseguir de objetivos de forma eficaz, bien sean éstos de la esfera personal o profesional. De esta forma se logra también el bienestar y el mayor autoconocimiento, mejorando la calidad de vida de los clientes. Así mismo, está enfocado a metas con características concretas:
- Medibles: que pueda establecerse una escala para indicar en qué medida se consigue el objetivo
- Específicas: que tengan una definición objetiva y conductual. Es ideal que respondan a estas preguntas: ¿qué?, ¿cuándo?, ¿cómo?
- Enmarcadas en un Tiempo concreto: que tengan una fecha límite para su consecución
- Alcanzables: que sean objetivos viables, posibles y con probabilidad de logro
- Seguimiento: que pueda llevarse a cabo un posterior seguimiento. El Coaching facilita y genera nuevas vías y soluciones en el cliente por lo que, a diferencia de los consultores, no ofrece consejos.
Al inicio de las sesiones, se establece una alianza de colaboración, unos objetivos concretos y se diseña un plan de acción para lograr los fines en los plazos establecidos. De esta forma, con el plan establecido, se fijarán una serie de sesiones con tareas específicas entre sesiones, acompañado de actividades destinadas a mejorar aspectos concretos del cliente. La herramienta básica se centra en el diálogo socrático, al igual que la terapia cognitiva, en el que la persona va averiguando a través de preguntas y respuestas, cómo llevar a cabo los pasos necesarios para el logro de sus metas. Así mismo, se investigan las creencias que impiden el crecimiento y los valores que se hallan inmersos en sus ilusiones.
Existen varias áreas de trabajo donde podemos aplicar esta herramienta, de entre ellas se destacan:
-Área de coaching Personal
-Área de coaching Ejecutivo