Cuando hablamos de autoestima, nos referimos a la valoración que hacemos de nosotros mismos, de quienes somos, de nuestra imagen, de nuestro comportamiento y generalmente lo asociamos y comparamos con un ideal, con “cómo nos gustaría ser”.
A veces esta evaluación es ajustada y nos vemos de una forma más o menos objetiva. Sin embargo, en otras ocasiones, podemos tender a realizar una valoración negativa de nosotros mismos, evaluando nuestras capacidades y nuestras cualidades por debajo de la realidad.
Podemos mostrar sentimientos negativos hacia nosotros mismos, reprocharnos constantemente las decisiones que tomamos, pensar que cualquier otra opción había sido mejor, o bien tener la impresión de no ser como desearíamos ser. Una autovaloración personal negativa puede influir en nuestro estado de ánimo y hacer que nos sentamos tristes, que dejemos de hacer cosas que antes nos gustaba hacer, que no seamos capaces de afrontar nuevos retos o enfrentarnos a cambios.
¿Podemos cambiar esto? Claro, podemos empezar poco a poco a hacer que nuestro cerebro cambie el enfoque, y comience a ver cosas que antes no se fijaba, podemos realizar actividades que nos hagan sentir bien y más concentos con nosotros mismos. Podemos valorar pequeñas cosas, dejar de procrastinar, introducir nuevos cambios y lo podemos hacer desde ya.
Por eso a continuación podéis descargar un pequeño PDF en el que se plantean 7 pequeñas tareas diarias para empezar el cambio ¿te atreves?