El pensamiento lateral

Normalmente, las personas pensamos e intentamos solucionar nuestros problemas de una forma lógica, basándonos en la experiencia.

Este razonamiento puede ser eficiente, pero también impide que alcancemos todas las ideas o soluciones, por lo que no se puede descartar otra forma de resolución de problemas: el pensamiento lateral.

El pensamiento lateral consiste en salirnos de la rutina de la lógica y abordar el problema desde otras perspectivas, consiguiendo así soluciones creativas y alternativas que permitan solucionar una situación o desarrollar nuevas ideas y conceptos.

Para empezar a usar el pensamiento, debemos partir de cero, con los datos en bruto. Esto es importante, porque si partimos ya de un razonamiento lógico será más difícil crear algo nuevo. Y desde ahí poner en marcha una serie de técnicas que facilitan la producción de material diferente, no lógico, que favorece el que amanezcan respuestas que no responden al razonamiento habitual.

Estas  técnicas de pensamiento lateral son muy numerosas, entre ellas encontramos:

1. Pensamiento Divergente. El pensamiento divergente se caracteriza presentar diferentes perspectivas y encontrar más de una solución. Una forma de trabajar es bajo acertijos en los que es necesario utilizar el pensamiento lateral para solucionarlos.

– El pendiente en el café. Esta mañana se me cayó un pendiente en el café. Y aunque la taza estaba llena, el pendiente no se mojó. ¿Cómo es posible eso?

– La botella y el corcho. Una botella de vino, taponada con un corcho está llena hasta la mitad. ¿Qué podemos hacer para beber el vino sin sacar el corcho ni romper la botella?

2. Brainstorming. Técnica de trabajo grupal destinada a lograr resultados creativos. Presenta dos etapas: la primera, tiene por objetivo, proponer ideas que puedan ser desarrolladas, bajo cuatro principios básicos (Suspender el Juicio Crítico, Buscar la Cantidad, Alentar las Ideas Absurdas, Desarrollar las Ideas de los Demás). En la segunda etapa, se desarrollan las ideas obtenidas, agregándose ideas nuevas, con otros principios diferentes (Utilizar un Juicio Afirmativo, Mantener una Actitud Reflexiva, Privilegiar la Novedad, Seguir la Pista a las Ideas)

3. Provocación. Las provocaciones se entienden como obstáculos que nos hacen pensar en otras ideas, frases que a priori no tienen una lógica, o bien, parece que puede generar inconvenientes, por ejemplo “las casas no deberían de tener techos”, “los cuchillos deberían de dejar de fabricarse”. Una vez que se realiza la provocación, se debe examinar todos sus aspectos: las consecuencias que provoca, los beneficios obtenidos, las circunstancias específicas que harían esta situación exitosa, etc.

4. Los seis sombreros “ponerse un sombrero” implica desarrollar un rol que facilita diversas ideas alternativas:

– Sombrero Blanco: es neutro y objetivo, debe de ocuparse de hechos objetivos y de cifras. No se hacen interpretaciones ni se entregan opiniones.

– Sombrero Rojo: sugiere emociones, sentimientos e intuición. Permite que cada persona exprese lo que siente, hace visibles las emociones sin necesidad de justificarlas o buscarles una lógica.

– Sombrero Negro: señala lo erróneo, advierte respecto a los riesgos y peligro.

– Sombrero Amarillo: busca los aspectos positivos y expresa optimismo.

– Sombrero Verde: representa la creatividad, es para las nuevas ideas. No se detiene a evaluar.

– Sombrero Azul: es el moderador, decide el tipo de pensamiento que debe usarse en cada momento, ocupándose del control y la organización del proceso de pensamiento. Es responsable de la definición del objetivo, la síntesis y las conclusiones.

El uso de estas técnicas y otras muchas favorecen la visión alternativa del pensamiento y de la solución de problemas, siendo útiles tanto en su aplicación con niños con el objetivo de desarrollar su pensamiento lateral, como con adultos en diversos ámbitos de la vida. El desarrollo de esta opción de pensamiento facilita la creatividad, siendo esto también útil para quienes trabajan en este ámbito y ayuda también al desarrollo de ideas innovadoras, siendo útil también en el entorno empresarial.

 

 
Teresa Gallego Álvarez
Doctora en psicología
Gabinete de psicologia y salud. CUANTICA
C/ Vargas 55A  3ºB
Santander (Cantabria)

 

Evitar discusiones: la asertividad

En ocasiones la expresión de ideas o sentimientos de una forma clara, directa y equilibrada, sin herir a otra persona, son actividades difíciles de llevar a cabo y más aún cuando existe un desacuerdo entre dos personas. Esta habilidad, denominada  asertividad, puede entrenarse y con ello mejorar la comunicación con el entorno, y a la vez, factores relacionados con la autoestima.

Algunas de las técnicas más aconsejadas para poner en práctica esta capacidad, son:

1. El disco rayado.

Consiste en mantener la idea u opinión propia, repitiendo constantemente el mismo mensaje, con tranquilidad, sin entrar en discusiones ni provocaciones. Algunos ejemplos son frases como «ya sé que… pero yo…», «entiendo tu punto de vista, pero…», «entiendo que sientas…., pero….» «es verdad, pero en este caso…»

2. El banco de niebla.

Se trata de aceptar lo que se considere cierto de sus críticas, pero negándose, a entrar en mayores discusiones. De esta forma parece que se le cede la razón, sin hacerlo realmente, ya que la idea realmente se mantiene. Algún ejemplo puede ser:  «sí, es posible que tengas razón», «en esto estoy de acuerdo». Es muy importante que la modulación y el tono de voz sea tranquilo y relajado, ya que si se es tajante puede suscitar agresividad en el interlocutor.

3. Aplazamiento asertivo.

Se retrasa la respuesta, hasta estar más tranquilos y podamos responder adecuadamente. Es muy útil ante situaciones en las que la persona se siente abrumada. Se utilizan oraciones del tipo: «Este un tema muy complejo, mejor lo dejamos ahora, que tengo que hacer….» y si el interlocutor insiste, se utliliza la técnica del disco rayado para establecer el aplazamiento.

4. Procesar el cambio.

Se basa en desplazar el objeto de discusión analizando lo que está ocurriendo entre las dos personas. para ello, es necesario mantenerse calmado y algo distante, observando la situación, reflejando al interlocutor lo que está ocurriendo y aceptar una parte del origen conflicto. Por ejemplo: “estamos cansados los dos”, «no vamos a discutir ahora, le estamos dando demasiada importancia…»

5. No hacer caso.

Ignorar a la otra persona y explicarle que hasta que no se calme, no va a tener lugar la discusión, siempre de una forma tranquila y calmada, aceptando y respetando el enfado de la otra persona. Esta destinada fundamentalmente ante discusiones más agresivas, cuando nuestro interlocutor está exaltado.

6. La pregunta asertiva.

Consiste en parar y reflexionar, cambiando el punto de vista propio y valorar la crítica  como constructiva (aunque no sea del todo cierto). A través de preguntas y cuestiones sobre el objeto de la discusión, pediremos al interlocutor más información, para aclarar lo que ocurre o en qué quiere que cambiemos. Cuestiones del tipo «¿qué es exactamente lo que…», «¿cómo podría mejorar…»

Esta técnica rompe la dinámica de la discusión y si la crítica no es constructiva, no podrá aportar argumentos.

 

 
Teresa Gallego Álvarez
Doctora en psicología
Gabinete de psicologia y salud. CUANTICA
C/ Vargas 55A  3ºB
Santander (Cantabria)

¿Qué es coaching?

¿Qué es coaching?

Mucha gente se pregunta qué es coaching, para que sirve, o qué idea o filosofía se encuentra detrás esta nueva herramienta. Coaching es aprender a crecer, a superar retos, a salir de la zona de confort para conseguir llegar más allá de lo que uno mismo se cree capaz. Coaching es aprender a vivir y disfrutar viviendo.

La mejor forma de explicar qué es el coaching, la podemos encontrar en el siguiente vídeo:

 

 

 
Teresa Gallego Álvarez
Doctora en psicología
Gabinete de psicologia y salud. CUANTICA
C/ Vargas 55A  3ºB
Santander (Cantabria)

Gestión del tiempo

El tiempo y la organización son aspectos fundamentales que sirven para evitar el estrés y mejorar nuestro rendimiento. Aspectos sencillos ayudan a gestionar el tiempo mejor, permitiendo un desarrollo laboral más eficiente y un mayor bienestar. Algunas de las técnicas más utilizadas, son:

Fíjate objetivos
Para poder ser eficaz en el manejo del tiempo lo principal es fijar objetivos. Estos deben de ser medibles, específicos y alcanzables, así será mucho más sencillo llegar al éxito.

Planifica
Escribir cada noche las tareas a realizar al día siguiente, mejora la productividad ya que permite visualizar las tareas del día siguiente con antelación.

Una sola tarea
Es fundamental la atención a una sola actividad en cada momento. Programa cada tarea, es importante ya que cada vez que la atención se dirige a otro foco diferente, retomar la actividad inicial puede llevar  entre 5 y 15 minutos.

Haz listas
Cuando acudan pensamientos, mientras se realiza una actividad, sobre qué otras cosas deberíamos de estar haciendo, apuntar esas tareas en un papel y realizarlas una vez se ha finalizado la tarea principal, evita distraerse y relaja la mente de otras preocupaciones.

Agrupa
Agrupar las tareas, incrementará tu productividad. Así, por ejemplo, se puede establecer la revisión de mails y contestar a los mismos o hacer las llamadas necesarias, a la misma hora al final de la tarde.

Anticipa  el resultado
Es importante visualiza cuál es la meta. Cuando se conoce el objetivo y la forma de lograrlo, es más sencillo y realista y proporciona motivación y mayor rendimiento.

Prioriza
Empezando por la tarea más difícil, así no se aplazará. Después la motivación será mayor para continuar con el resto de actividades.

Genera tu propio horario
Reflexiona sobre el momento del día en que rindes mejor. Busca la hora más productiva e incrementarás la calidad de tu trabajo.

Puedes descargarte un horario para empezar ahora mismo en el siguiente enlace: horario

Utiliza una agenda
Llevar una agenda encima facilita que la mente esté libre de “quehaceres” y simplifica la actividad, organizándola y dejando libertad para reflexionar sobre otras cosas.

Deja las cosas siempre en su sitio
Muchas veces perdemos tiempo buscando cosas que olvidamos dónde las hemos dejado, pese a ser útiles de la vida diaria. Dejar estos objetos (las llaves, el móvil, la cartera…) siempre en el mismo sitio puede evitar la pérdida de hasta 5 minutos diarios.

 

 
Teresa Gallego Álvarez
Doctora en psicología
Gabinete de psicologia y salud. CUANTICA
C/ Vargas 55A  3ºB
Santander (Cantabria)

 

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