Problemas de sueño

El insomnio es el trastorno de sueño más frecuente. Se caracteriza por una disminución del tiempo y de la calidad del sueño, generando en la persona que lo sufre, cansancio y somnolencia durante el día y en ocasiones, irritabilidad, angustia y problemas de concentración.

Los problemas para conciliar el sueño puede tener muchas causas subyacentes, como ansiedad o preocupaciones entre otras;  no obstante unas pautas básicas de higiene del sueño son fundamentales en el descanso de cualquier persona. Éstas normas básicas, son:

  • La cama debe de ser utilizada en exclusiva para dormir y para tener relaciones sexuales y no para otras actividades como ver la televisión, el ordenador o trabajar.
  • Es necesario establecer una rutina de sueño regular, acostándose y levantándose siempre a la misma hora, incluso los fines de semana.
  • Evite en la medida de lo posible fumar y disminuya las bebidas alcohólicas, al igual que los excitantes como el café, el té o bebidas de cola, sobretodo después del mediodía.
  • Realice ejercicio, pero al menos tres horas antes de irse a la cama, y siempre antes de cenar.
  • Dúchese entre una hora y media y dos horas antes de dormir, ya que ayuda a relajarse, pero no en el momento de dormir.
  • La habitación tiene que estar ventilada y fresca.
  • Cene de forma ligera 2 ó 3 horas antes de ir acostarse.
  • Si una vez que está acostado, pasan 20 minutos y no ha logrado  conciliar el sueño, salga del dormitorio y vaya a otra habitación a realizar otra actividad que le genere somnolencia
  • Evite dormir boca arriba si ronca y cambie de postura, poniéndose  de lado, ya que facilita la respiración.
  • No tome fármacos ni sedantes sin una supervisión profesional.

Además de estos consejos sobre higiene del sueño, el insomnio puede estar causado por una preocupación excesiva sobre la propia incapacidad para dormir y sus futuras consecuencias a largo o a corto plazo, aumentando el nivel de vigilancia y ansiedad. La terapia cognitiva puede ser conveniente para quienes han concepciones erróneas o negativas sobre el sueño, como atribuir sus problemas personales, e independientes de la falta de sueño,  al insomnio. La terapia cognitiva en estos casos,  puede reestructurar estos pensamientos nocivos y reemplazarlos por otras creencias y actitudes más adaptativas.

 
Teresa Gallego Álvarez
Doctora en psicología
Gabinete de psicologia y salud. CUANTICA
C/ Vargas 55A  3ºB
Santander (Cantabria)

 

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